"Se celebró la Misa Cuaresmal del la Cofradía Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio" (Crónica de Objetivo Torrevieja)
Imagen y crónica de Objetivo Torrevieja |
La Iglesia de la Inmaculada Concepción, acogió en la tarde del pasado domingo, último de Cuaresma, la Eucaristía de la Cofradía Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio. La misma estuvo oficiada por el párroco Manuel Martínez Rocamora. El acto contó con el fondo musical que pusieron Elia García, Conchi Geli Hortelano y Conchita García, componentes del Coro Parroquial, dirigidas por el organista, Aurelio Martínez, que interpretaron: “Nosotros hemos de gloriarnos” de Francisco Palazón; “En la Cruz está la vida!” de Mayte López; “Bendito seas Señor “ de Francisco Palazón; “La muerte no es el final necesario” de Gabarain y “El diario de María” de Martin Valverde
Asistieron al acto, el presidente de la Cofradía, Eduardo Aranda Carreño; el Presidente la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, Ignacio Suárez; así como los capataces del Cristo Crucificado, Agustín Martínez Rufete y Nicolás García Villalgordo, así como las camareras de María Santísima del Silencio, Silvia del Oro, además de las camareras de la Virgen, Mercedes Mateo y Maria del Carmen Villalgordo, hermanos mayores, cofrades y devotos. Destacar también la presencia del escultor, Víctor García, de cuyas manos salió hace 25 años la talla de María Santísima del Silencio.
Asistieron al acto, el presidente de la Cofradía, Eduardo Aranda Carreño; el Presidente la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, Ignacio Suárez; así como los capataces del Cristo Crucificado, Agustín Martínez Rufete y Nicolás García Villalgordo, así como las camareras de María Santísima del Silencio, Silvia del Oro, además de las camareras de la Virgen, Mercedes Mateo y Maria del Carmen Villalgordo, hermanos mayores, cofrades y devotos. Destacar también la presencia del escultor, Víctor García, de cuyas manos salió hace 25 años la talla de María Santísima del Silencio.
Al término de la Eucaristía se rindió veneración al Cristo Crucificado y a María Santísima del Silencio, representada por una imagen situada en un lateral del Altar del Cristo.
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